-De cómo casi me curo de una fobia (y casi adquiero otra)
Ya sabemos qué es la fobia. La fobia es el miedo a la propia sexualidad, al empuje pulsional.. La fobia viene del complejo de Edipo. Y está todo dicho.
Ahora bien, todos sabemos que conocer el origen no cura el problema. Ahí recién empieza la cosa, hay que hacer todo el trabajo de elaboración.Vencer las resistencias, etc, etc. Mucho tiempo, sí, mucho diván.
Harta de algunas fobias que surgieron hace años y que se resisten a abandonarme, le pedí a un colega y amigo español que intentáramos un tratamiento focalizado, aprovechando las ventajas de internet. El es cognitvo-conductual, asi que ser amigos no importa, nadie iba a contarle intimidades a nadie,no importa la transferencia, es una técnica y ahí se hace lo que el psicólogo diga.
Por empezar , me ordenó que visualizara la situación ansiógena. que viera clara y detalladamente la escena , deteniéndome en los momentos de más ansiedad ,y que lo repitiera tantas veces como fuera necesario, hasta que no hubiera ya ansiedad. Convinimos en tomar como punto de partida la situación:cajero automático lleno de gente, lugar cerrado, sensación de asfixia, ansiedad, ganas de salir corriendo.
Me puse a pensar en eso, obedientemente. Pensar en la situación no me producía la menor ansiedad. El hecho es estar ahí, no pensar en estar ahí.
Segundo paso: me envía gentilmente una grabación para la relajación física. Me pongo a escucharla: una voz con fuerte acento hispánico me va nombrando las partes del cuerpo, de la cabeza hacia los pies (o era al revés?) y diciéndome que me concentre, que relaje la frente, los pulmones, los tobillos, el ombligo...no sé cuánto duraba , porque a los 15 minutos me dormí.
Le conté esto a mi amigo-terapeuta y me dice:- NOOOOOOO!!!!, que no debes dormirte, porque entonces no relajas!hazlo de nuevo!
Yo estaba terminando mis vacaciones y no sentía ningun cansancio ni contracturas, así que un método de relajación era lo que menos necesitaba. Pero él insistía en que dormirme era una resistencia.Y yo no quería volver a escuchar esa voz,la de la grabacion, hasta el final.
Yo ya había establecido una regla previa para someterme al tratamiento: que no se le ocurriera hacerme llevar un registro de ansiedad. Nada que tenga que ver con lo obsesivo. Que si a las 15 me sentí ansiosa por x motivo, del 1 al 10 sentí 5 de ansiedad, luego a las 22 del 1 al 10 sentí 2 de ansiedad, y así día tras día, quién sabe por cuánto tiempo. No,eso decididamente no.
Mi amigo insistía en que visualizara la situación "cajero automático lleno de gente" detalladamente, desde la salida de mi casa. Cero ansiedad. Del 1 al 10, cero. Y que escuchara la grabación para relajarme. Me dormía.
Pronto empecé a sentir un 6 de ansiedad cuando recibía los mensajes de mi amigo. Cada vez que veía su mensaje, me resistía a leerlo.
Llegó el dia de cobro,y fui al cajero. Había poca gente, cobré sin problemas. No siempre el cajero está lleno.No estaba curada, claro, tuve suerte y nada más.
Pero él insistía en que cumpliera con las tareas. Empecé a odiar a mi amigo. 9 de ansiedad, con cada mensaje suyo. El, con su mejor buena voluntad y su experiencia profesional, guiándome.Insistiendo. Antes de llegar a 10 de ansiedad, le propuse: - Dejemos esto! prefiero seguir teniéndote como amigo.
Las malditas resistencias!Ahora voy a tener que seguir analizándome y quién sabe cuánto tiempo me llevará superar la fobia.A veces me enojo con el analista porque no mejoro. No me enojo mucho,del 1 al 10, un 7 de ansiedad y un 5 de odio.En el análisis, odiar al analista no es negativo,es transferencial.No es con él la cosa, en realidad es con mis padres. La diferencia es que él me cobra.
Finalmente, la experiencia no fue tan mala: el colega español y yo seguimos siendo amigos, y ahora sé en carne (o en mente) propia ,cómo es eso de la TCC.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario